domingo, 8 de abril de 2012

Duatlón La Losa

Duatlón La Losa
02/04/12 12:46 Filed in: Crónica | Duatlón
Pues aquí estamos en La Losa (Segovia) a los pies de la Sierra de Guadarrama, bajo “La Mujer Muerta”, en un paraje maravilloso para el disfrute de la vista, aunque no puedo decir lo mismo para el cuerpo, ya que por esta zona no hay ni un llano para hacer una carrera a pie sin que de la sensación de estar subiendo Alpe d´Huez.

Buen ambiente antes de comenzar la prueba, no llevo mucho tiempo dentro de esta gran familia, pero ya empiezo a conocer a todo el mundo, también es verdad que no somos muchos.

Queda 1 hora, nos tomamos un cafetito con los integrantes del CAT Parquesol. Ya estamos todos, los 3 de Nicolas al completo junto con Mari Carmen, Flores, Morchón y yo, todos dispuestos a disfrutar. Nos cambiamos y empezamos a calentar. Se empiezan a cruzar miradas con brillo en los ojos, colmillos despuntando tras la comisura de los labios. Todo preparado, bicis en boxes, zapatillas colocadas. Estamos...

Quince minutos para la salida, ya no hay amigos, miradas de reojo, tensión, sudor frío por la frente, y sin que nos demos cuenta… “Estan a las ordenes del Juez de Salida”… “moc” (vaya birria de pitido), en esa misma décima de segúndo se oyen los “mic”, “mic”, “pit”, “tip” de los cronos y GePeSes, seguidos de derrapes de las zapas contra el adoquinado de la Plaza del Ayuntamiento.

En unos segundos la carrera está lanzada, se estira tanto que pienso que a esa velocidad la cabeza del grupo no tardará en acabar la prueba, “están locos” “¿pero estos tíos no han visto los desniveles de la prueba?” “¿a donde vamos a llegar?”, mi Garmin me dice que voy a 4:00 min/km. Veo a todo el equipo por delante de mi, ¡otra vez soy el mas lento del equipo corriendo! “¿cuando se inventarán los duatlones solo de bici?”. Le aguanto a Jesús de Nicolas como puedo, mientras tanto veo en los cruces en los que la carrera da la vuelta a Oscar de Nicolas, un poco por detrás del grupo de cabeza, seguido no muy lejos por el velocista David y algo más atrás, Morchón y Javi de Nicolas. La primera vuelta sin cambios, Jesús me sigue sacando 5 metros y aunque Oscar y David ya están a una distancia inalcanzable, Javi y Morchón nos sacan 300 metros, me siento bien y aprieto un poco en la bajada y continuo en la subida, he conseguido adelantar a Jesús, aquí esta pasando algo raro, serán mis zapatillas.

Se acerca el final de la carrera a pie, Oscar y David han desaparecido, pero tengo a Morchón y a Javi a tiro de bici, mientras tanto oigo la respiración de Jesús tras mis pasos. Allí al fondo veo mi bici, al ataque, me quito las zapatillas las coloco perfectamente, me pongo el casco y a rodar a saco…

Salgo de la transición, me subo a la bici y ¡vaya! Morchón está tras la bandera intentando solucionar un problema técnico, pero bueno ¡uno menos! ya llevo a dos del equipo por detrás. Saco el cuchillo, me lo pongo entre los dientes, y a muerte por un pequeño descenso, paso a uno, a dos, a tres, a siete, debo de ir muy fuerte o dar mucho miedo, nadie se atreve con mi rueda, perfectamente acoplado hasta Madrona veo un grupo de unas 6 ó 7 personas delante de mi, les estoy cogiendo a gran velocidad. Veo un naranja, a por él. A un kilometro pasado Madrona me acerco a Javi, no le puedo dar opción, aflojo antes de llegar a él para coger aire y 5 metros antes de llegar a su altura aprieto para no dar opciones. Veo un grupo más adelante de tres integrantes, a por ellos. Giro dirección Palacio de Riofrío y me engancho a 2 duatletas, uno de los bomberos, David, y otro de los Tripi, Michel. Tres pucelanos fuera de casa, nos tenemos que entender y nos lanzamos a saco a por el puertecito a los pies del Palacio. La subida al Palacio pensé que era más dura pero subo con agilidad y se queda Michel del Tripi, adelantamos más duatletas y estamos a punto de coger un grupo numeroso, cosa que no logramos. Sin embargo enganchamos a un ciclista que nos lleva en volandas casi hasta la meta.

Llego a la transición, dejo la bici y cuando me voy a poner mis zapatillas, ¿pero donde están mis zapas? si las deje perfectamente colocadas, no puede ser me han robado las voladoras, pero…, están más allá, me las pongo y rápidamente las vuelvo a mirar, ¡qué prietas! pero ¡si no son las mías!, son las de Oscar de Nicolas, pues si, así es. Menos mal que al menos gasta mi número.

Ya en carrera y tras los primeros metros veo que mis gemelos van a acusar las cuestas del primer sector y la paliza en la bici, pero curiosamente tras la primera cuesta se dan cuenta de que voy a acabar con ellos o sin ellos y deciden apoyarme. Aprieto lo que puedo y voy hasta la meta disfrutando y viendo que Javi, Morchón y Jesús ya no me cogerán.

Tras cruzar la meta con buenas sensaciones, veo a Oscar y a David que han hecho un carretón y van apareciendo el resto de Parquesoles. Vamos comentando la jugada, esta vez hemos sido quintos por equipos, con unos equipazos por delante y estamos a 2 minutos de los Tripi. Seguimos creciendo. Además sorprendentemente soy 4º en mi categoría, estoy contento pero me empieza a oler mal, te ponen ahí para ponerte el caramelo en la boca… y a partir de aquí y cuando ya te has confiado te “mete” el resto del equipo.

El próximo año si puede ser intentaremos repetir.

domingo, 29 de enero de 2012

ACOSTA DE MEJORAR

Tarde productiva la de hoy sábado. Es una pena que las semanas no tengan un octavo día para este tipo de sesiones, talleres o entrenamientos, y poder así disfrutar más de la familiar tarde del sábado, haciendo este tipo de trabajos obligatorios en ese octavo día.
Hoy sábado a costa de Acosta (Jose Joaquin) nos concentramos en la piscina de Laguna para un taller de natación. Es lo que yo conozco como taller de puesta a punto, aunque hoy nos aconsejaron ya cambiar de vehículo, tocar el motor y arreglar chapa y pintura.
En primer lugar agradecer a Jose Joaquín el desplazamiento desde Madrid para intentar enseñarnos algo, y a Pedro, fiel acompañante por demostrarnos que se puede nadar mejor.
Jose hoy nos ha puesto de nuevo los pies en el suelo, o el cuerpo en el agua. La pequeña bronca que nos ha echado al estilo de nuestro entrenador Oscar: “hay que entrenar más”, “hay que hacer más técnica”, “hay que hacer más pies”, “hay que...”, “hay...”, ay como me duele oírlo y tener que darles la razón.
El caso es que voy a taller de natación pensando que el nivel II a lo mejor ya me quedaba justo y cuando salgo me doy cuenta que debía haber ido al nivel I. Es lo que tiene hablar con un entrenador que siempre tiene que tener razón; que vas crecido, te dan una colleja y a bajar los humos; que vas hundido, un empujonazo y a crecer y progresar. Siempre te tienen que quitar de donde estas para mandarte a otro sitio. Y lo dice un entrenador, de otros deportes, pero entrenador.
Es verdad que tenemos aún muchas taras, quitaremos unas, nos fijar nuevos objetivos y saldrán otras y así intentaremos seguir subiendo peldaños y bajar los menos posibles, que también sucederá, y nunca hay que perder el ánimo y la calma. Entrenando al final todo sale.
Durante las 4 horas de piscina hicimos un test de 30 minutos y 100 metros de grabación, que Jose se comprometió a criticar posteriormente y uno a uno. Piedad Sr. Acosta, por favor, que ya se que me parezco más a un cangrejo que a un salmón, pero hay que reconocer que pongo ilusión.
Aprendimos la utilización de nuevas herramientas, y nuevas formas de trabajo para nuestro día a día.
Y lo más importante y en pocas palabras:
  • Lo básico en lo fundamental (flotación y deslizamiento).
  • Todo parte del tronco (el famoso Core).
  • La base hay que entrenarla todos los días y debe estar bien memorizada (5 ejercicios principalmente).
  • En la natación los movimientos son los naturales del cuerpo lo demás viene solo.
Gracias también a Jose Antonio por organizar el taller y seguir castigándonos con su Endomondo.
Y ahora a entrenar y SEGUIR progresando, porque mis brazos, mis piernas, mi cuerpazo y muchos otros indicadores me dicen que algo hemos aprendido en un año, aunque sea a no cansarnos, que también es importante.


viernes, 27 de enero de 2012

Sensaciones sin sentimientos tras la 1/2 maratón

Lo bueno de levantarse un lunes después de haber hecho una media maratón, a un ritmo normal (luego explicare el termino “normal”) y haber descansado antes de empezar la jornada laboral, es que no te duela nada. Lo malo es haberte comprometido contigo mismo y con alguno más que te ha escuchado hablar solo, que si no te dolía nada correrías la Maratón de Sevilla.

No es que me asuste correr un maratón y menos el de Sevilla, que es bonito y en una ciudad excelente, sino que para correrle hay que entrenarle. Todo esto añadido a que los animalitos de mi equipo, con los que en teoría debería ir yo, han despegado hacia ritmos que este año no estoy pudiendo alcanzar, seguramente por mi falta de kilómetros, que no me permite hacer mi entrenador personal, el Sr. Aquiles.

Como resumen de nuestra incursión en tierras madrileñas os contaré que hizo un hermoso día para correr, sin frío ni calor y con un sol estupendo que nos hacía olvidarnos de la niebla pucelana. Y con respecto del personal diré que “Los Nicolases” (Javi y Jesús) se metieron en ritmos de 4:10 para bajar del 1:28, Flores y Manu unos segundos más lentos para bajar de 1:30, Emilio poco más para rondar el 1:32, Oscar algo por encima de 1:36 recuperando fuerzas tras una semana dura, Cesar pisando fuerte 1:39 y Victor ya en ritmos de 1:45. Esto en lo que respecta a los triatletas. Con respecto a los atletas hay que destacar el carrerón de el Gran Baudelio, primero del equipo con unos segundos por encima del 1:26, Ana reencontrando poco a poco sus antiguos ritmos y los valores seguros de Edu, Heli, Luis y Antonio.

Estos resultados son para FELICITAR a todo el equipo, desde el primero hasta el último. Es posible que yo fuese el único que no mejoro su tiempo, y no es una excusa, ya que mi único propósito fue correrla y disfrutarla, además para ello mi subconsciente hizo que me olvidase del reloj y no corriese ni contra el crono, uno de los rivales que siempre esta tocándome la moral en las carreras.

Hay que reconocer que se está haciendo un gran trabajo, y en lo que a la carrera respecta se lo tenemos que agradecer primero a Teo (Teodoro Cuñado), ese gran atleta que aún tiene marcas en el 10.000 entre los 10 primeros atletas españoles de todos los tiempos y seguramente también este en el ranking de las 10 mejores personas. Y después se lo tenemos que agradecer también al Club, el renombrado CAT Parquesol, en el que la progresión de cada uno de sus integrantes esta haciendo que crezcamos todos en bloque.

El caso es que yo, que gracias a Dios, fui a dar un paseo a ritmo normal (4:40-4:35 minutos por kilómetro, para rondar la hora y 40 minutos) hice ritmos por debajo de 4:30, para acabar en 1:34. Menos mal que mi objetivo era hacer lo que se llama un entrenamiento de calidad y ver que tal iba de piernas. Además he descubierto lo que ya sabía, que de momento voy mal (¡ojo! he dicho de momento), ya que si miro a mi alrededor soy el último, y no soy de los que va cómodo viendo gente delante de mi, tanto es así que si salgo a correr solo, lo hago por la noche para no ver nunca mi sombra delante.

Hay que ser paciente, de momento el entrenamiento cruzado está funcionando, mi receta de régimen son (a la semana): 30 km de carrera en tres días, dos días de una hora de elíptica, 3 horas de bici en dos días y algo menos de 9000 m de piscina en 3 días, todo ello aderezado con un par de cañitas el viernes y listo. Ahora habrá que dejar el régimen y empezar a comer de verdad, ya que en breve empieza lo serio. ¡AL ATAQUE!


domingo, 20 de noviembre de 2011

Un año de Triatlón

Doce meses después, ya puedo decir que soy todo un veterano del triatlón, este mes hace un año que empece a entrenar en este deporte. Por aquel entonces me parecía exclusivo de máquinas, de super-atletas; yo siempre me he considerado un aficionado a cualquier deporte y deportista de los pies a la cabeza, ¡claro! esto siempre es relativo.

El año pasado entrenaba entre 6 y 10 horas a la semana, descansando 2 ó 3 días y hacía bicicleta y carrera durante todo el año, cuando me acercaba a 10 horas de entrenamiento me parecía estar tocando el Olimpo de los Dioses del deporte, me sentía a mi máximo nivel, dispuesto a competir con aquel que en el llano sobrepasase mi eje delantero de la bici, o incluso en montaña me atrevía a mi manera con algún “subidor”.

Este año 2011, puedo decir que me considero un humilde Triatleta. Porque este deporte aunque lo puede practicar cualquiera que le guste hacer de todo, la mayoría de Triatletas son superhombres/supermujeres que entrenan cada día más y mejor y para los cuales siempre “Hay Que Entrenar Más” (HQEM) “Nunca es Suficiente”.

Hoy en día, estoy totalmente enganchado al triatlón. Esta semana he revisado los entrenamientos de este año, en mi perfecta agenda informática de entrenamientos, mis horas de dedicación y mis kilómetros de bici de carretera, de montaña, y a pie, incluso mis horas y metros de natación. Y puedo decir que si hay mucha mas gente como yo, tendrían futuro las clínicas de desintoxicación deportiva para triatletas. Es posible que en todo un año pueda contar con los dedos de las manos los días que no he hecho deporte. Lo curioso de esto es que valoro mucho más el tiempo que paso con mi familia, mis amigos, o las horas que estoy en el trabajo. He pasado de 6 horas mínimas de entrenamiento a lo que antes era mi máximo de 10 horas y en épocas de carga a superar las 15 horas a la semana, y lo peor es que veo que no es suficiente y siempre quiero hacer más. Si triplico sesiones de entrenamiento en verano, me faltan horas de estiramientos, o abdominales, o gimnasio, si potencio estas sesiones me falta dar caña a otra de las especialidades, y así sucesivamente, llegándote a saltar comidas para entrenar, salidas de amigos para entrenar, etc., es un estrés continuo. He pasado de ser un desastre en atenciones hacia mi persona, a comer algo 5 veces al día, a cuidar un poquito la alimentación, a colgarme del revés todos los días 20 minutos mientras hago mis oraciones (leo la revista Triatlón o escribo mis correos personales), utilizo medias de recuperación tras las competiciones y estiro mientras hablo con mi mujer de que tal nos ha ido el día.

Ahora ya, tras llevar un añazo en esto del triatlón ¡pobre de mi! y toda mi experiencia en otros deportes de años atrás, junto con las caritas que se les queda a mis niños y mi mujer cada vez que digo que “salgo un ratito con la bici” o “voy a correr, vengo ahora mismo”, me hacen amortizar mi tiempo de entreno para hacer absolutamente de todo, dentro y fuera del deporte. Ahora estoy viendo que al que le estoy quitando tiempo es a mi sueño (no a “mis sueños” sino a mis horas de dormir), esto lo tendré que mejorar en este segundo año en el que entramos, aunque creo que la solución más fácil será hacer los días de 30 horas.

El objetivo para este segundo año, será debutar en la larga distancia y cuidarme los tendones y articulaciones, “dando para el pelo” a algunos de mis “rivales” en el equipo, que este año se han aprovechado de mi bajo rendimiento en la carrera a pie, o mi inexperiencia en la natación. Voy a por Ustedes Parquesoles y que sepan que este año he empezado duro.

martes, 26 de julio de 2011

Por Fin soy TRI

Y para hacerme Tri, me tuve que ir hasta la Villa fortificada de Almazán en Soria, al Triatlón en la modalidad Sprint de Abel Antón y a la vez Campeonato de Castilla y León. A esto se le llama debutar a lo grande.
Como nos adentrábamos en un fin de semana de tres días y había que aprovecharlo, el sábado por la mañana cargue los cacharros en el coche, además de la bicicleta y nos dispusimos a disfrutar del largo fin de semana.
La primera parada en el Burgo de Osma, para que mis pequeños cacharros viesen a sus amigos Marcos y Zaquete y sus papis disfrutasen de unas cervecitas y una estupenda comida a la sombra de un gran chopo, continuar viaje hacía Almazán para llegar pronto y poder dar un paseo antes de meternos en la cama.
Al llegar al Hotel se empieza a respirar aire de triatlón, un ligero olor a carbono se deja notar por la amplia recepción del Hotel, individuos depilados montando caras máquinas rodantes, alguna de ellas atada con un cordel a la muñeca para que en un descuido no se fuese al techo y su dueño se pusiese a llorar cual niño en la feria tras perder su globo. Hasta aquí todo muy envidiable. Nos vamos a dar un paseo y de vuelta a cenar al restaurante del Hotel con una cervecita de entrante, fruto de mis concentraciones precompetición con los de Nicolás. Busco con mi mirada al resto de triatletas, pero del resto no se sabe nada. Nos metemos entre pecho y espalda unos magníficos huevos fritos y un buen filete de ternera, y aquí es donde dejo de envidiar al resto de triatletas, “que desgraciada vida la del triatleta que huye de la mundanal cocina mediterránea”, subo a mi habitación y por el largo pasillo del Hotel de cuatro estrellas y no se cuantos tenedores, veo intercambio de “tupers güares” de pasta sin aderezar que apenas desprende ni olor entre varios deportistas. Pero cada uno tiene sus manías.
Ring, ring, ring... ya es de día, 7:30 de la mañana, resto de mi familia dormida, me bajo solo a darme un alegre y copioso desayuno, cojo el coche y me dispongo a estudiar el circuito de bici del año pasado, y aquí puedo dar gracias a Dios por ser el del año pasado. Aparco de nuevo el coche y me doy un fresco paseo matutino, por la zona donde están montando los boxes, a 11ºC, con un forro polar para no llamar la atención. Me acerco al río, meto la mano en el agua y pienso: “Mi neopreno no creo que aguante estas temperaturas”, una pequeña vuelta por el circuito de carrera a pie me sirve para darme cuenta de que voy a disfrutar y que mi tendinitis corriendo por césped no va a salir muy perjudicada. Empiezan a llegar los primeros triatletas y decido ir al hotel de concentración para empezar el ritual de la preparación.
Una vez preparado bajo y allí están luciendo el naranja: Oscar, Jesús, Goyo, Flores, Pilo, Victor y Jose, esperando para retirar los dorsales, además de los animadores habituales vigilando las máquinas. Veo las caras conocidas de los de siempre y las de otras máquinas de las revistas. Nos dan el gorro y el dorsal y como siempre, preparados, listos, YA. Esto tengo que mejorarlo en próximos tris, siempre voy pillado de tiempo y tengo la sensación de que se me olvida algo, colocar la bici, las zapatillas, la cinta del dorsal, el aceite, gafas, me dejo, se me olvida,... cuando me quiero dar cuenta estoy calentando en las frías aguas del río Duero.
Mooock!! Sonó la bocina y podría decir: “¡todos a nadar!” pero en este triatlón todavía no sé si el primer sector era de natación o de carrera, el caso es que entre los palos de la salida, las raíces de la orilla y las zonas en las que pegabas con las manos en el fondo no me concentré en nadar hasta los últimos 200 metros, salgo del agua cuando aún queda por salir el 50% de los participantes y me dirijo más o menos rápido a por el sector de bici preparado en principio para rodadores.
En el resto de los triatlones en su modalidad 2/3 que había hecho no había notado lo que siento ahora al coger la bici, tengo que apretar todo lo posible pero sin deshincharme por que hoy vengo a terminar, tengo que poder correr con soltura y llegar a la meta por delante del mayor número posible de naranjas mecánicas.
Veo cuando me subo en la bici que Pilo está a mi espalda, nos metemos en un grupo de unos 10 integrantes en que tirábamos Pilo y yo. Vamos deprisa pero analizando el circuito, no me gusta trabajar para el resto sino es de mi equipo, así que en uno de los giros me coloco el primero y doy un hachazo para escaparme en principio pensé que con Pilo y un Bombero pero luego vi que tampoco ellos pudieron resistir mi envestida. Me acoplo, pongo ritmo de crucero con bastante cadencia para llevar las piernas oxigenadas y tras dos vueltas totalmente en solitario adelantando ciclistas evitando llevar lastre, observo que en la última vuelta por delante de mi iban: Oscar tirando de un grupo delantero y Goyo en un grupo más cercano, a unos 150 metros al que por poco no daría caza. Por detrás me seguían Pilo en el grupo que dejé, Jesús un poco más atrás en otro grupo, David algo más atrás que acabaría dando caza al grupo de Jesús y Victor y Jose algo más atrás.
Me acerco a boxes, me saco las zapatillas con tiempo para no liarla, salto, corro por el área de transición, dejo la bici, me calzo mis Sauconi y a volar, o eso deseo, porque no voy como me gustaría, hecho de menos no llevar kilómetros en las piernas, pero es mi primer Triatlón entero y debo apretar, a lo lejos veo a Goyo pero no me acerco a él como en la bici sino que se aleja, la primera vuelta me encuentro bien, miró de reojo hacía atrás, ya que Pilo no debe ir muy lejos y no me puede pasar, veo un mono naranja delante y le voy cogiendo, aprieto, puedo quedar segundo de mi club, y cuando casi lo tengo, veo que no es Goyo sino Victor que va en su primera vuelta al circuito, Victor aprieta y solo puedo seguirle, me deja a los pies de la recta de meta y ¡Victoria lo he conseguido! “Por fin soy Tri”.
Busco con la mirada al resto de naranjitos y veo a Oscar campeón en Cadete y Goyo, y detrás muy seguidos entran en Meta Pilo, poco después Jesus y David y algo más tarde Jose y Victor. Somos una piña, lo hemos conseguido, Felicitaciones entre todos, caras de alegría, la mía la más sonriente, ahora soy uno más. A por Valladolid.

Fuerza y Victoria,
Javymoreno

jueves, 5 de mayo de 2011

Fin del Dolor. Y ahora pasito a pasito...

Pues por lo visto se acabo el dolor. Parece que ya no hay rastro de lo que fue la sacroileítis, solo si miro hacia atrás, veo dos meses de surco de gran profundidad y muchos y diversos tratamientos. Prometo escribir  mi Tesis Doctoral sobre la Sacroileítis y que sirva a aquel que aconsejo que no tenga. Pero antes debo recuperarme psicológicamente, aun tengo temblores cuando oigo ese nombre y no puedo jurar si estoy en el buen camino.

Solo un par de consejos para sacroileítis en deportistas en activo:
- Parar antes de que sea demasiado tarde. Este punto es difícil de situar pero es lo primordial.
- Es importante reposar pero no parar. La natación, la abdominales, las lumbares y el gimnasio son siempre buenos y potencian la zona dañada.
- La carrera es de lo peor que hay seguido muy de cerca de la bici, aunque si no esta la inflamación muy avanzada se podría pedalear.
- Los antiinflamatorios mejor intramusculares, aquí entra en juego un buen médico deportivo, de lo contrario te puedes llegar a saltar alguna comida por exceso de farmaco-alimentación y por lo menos un mes perdiendo el tiempo, el dinero y fastidiando el estómago.
- Y si la edad se puede operar y superas los 35, opérate.

Además de todo esto, si yo mismo hubiese seguido mis consejos al pie de la letra, en un plazo digno de tiempo podría estar cerca del ritmo del resto de mi Club de Triatlón. Y ahora pasito a pasito, de brazada a pedalada y de zancada a zancada to the Finisher.

viernes, 25 de marzo de 2011

Natación a costa de entrenar

Pues resulta que no sabía nadar, o peor aún, que no sabía ni flotar.

Es curioso lo sencillo que es todo y el tiempo que la solución está delante de nosotros, solo hay que saber estirar la mano para cogerla. En esta ocasión la persona que me ha enseñado a estirar la mano y el resto del cuerpo, ha sido un experimentado y gran triatleta, que gracias a unos amigos del Club nos ha preparado un seminario intensivo de natación.

No conozco a muchos triatletas, y menos con la experiencia de Jose, gracias a personas como él y a la gente que he conocido este año en el Club estoy valorando mucho más el deporte y en particular este que es mucho más que tres deportes juntos. Mi problema es que para disfrutar del triatlón debía aprender a nadar, a nadar de verdad, es decir, a avanzar y deslizar en lugar de apretar y tirar de brazos y piernas.

Este mes de marzo, después de un sábado de entrenamiento intenso, nos enclaustramos en una piscina desde las 9:30 de la mañana hasta las 8 de la tarde. El director de orquesta fue José Joaquin Acosta Arango.

Lo primero que nos dijo: "vamos a aprender a flotar", no os podeis imaginar lo que cambia la flotación con la posición de la cabeza; si miras hacía adelante, tienes que esforzarte mucho más para flotar que si miras hacia abajo y llevas el cuello relajado, tanto que parece mentira, aunque responde a las leyes de la física. Lo siguiente que aprendimos fue a deslizar colocando los brazos paralelos y en posición de las 4 de la tarde, es decir a 45º, de esta manera se desliza mucho mejor y despues con los brazos bien pegaditos al cuerpo. Lo siguiente fue a llevar el cuerpo a 45º entrando en el agua como los veleros inclinados por el viento, para seguir mejorando la flotación.

Y lo que más me impresionó fue que para avanzar nadando solo hay que desearlo. Se trata de un movimiento natural del cuerpo por el que si deseas avanzar avanzas. Solo tienes que estirar la mano, entrando en el agua a la altura de la cabeza a buscar las 4 de la tarde, de manera aerodinámica y levantando bien los codos, dejas avanzar la mano por el agua con un tirón y aguantas con  pacieeeenciiiiiiaaa, hasta que la otra vuelva sola para colocarla en los bolsillos del pantalón bien pegadita al cuerpo. Si añadimos una patada con la pierna contraria al brazo que entra en el agua, como queriendo saltar más para llegar más lejos, ya nos convertimos en nadadores fuera de serie.

Con este mini curso de natación y practicando algo, lo cual ya estaba haciendo, me puedo convertir en un nadador más ambicioso. Tanto que esta semana he probado y el ahorro energético que tengo de como nadaba antes a como nado ahora, han hecho que ahora pueda entrar en la página web de Challenge-Barcelona que antes me daba alergia causándome mareos y temblores. Quien sabe si me enseña alguien a correr con 90 kg de peso y sin gastar tanta energía, a lo mejor me acabo apuntando a un Iron Man.

Y ya sabeis si quereis mejorar nadando Acosta de entrenar.


HQEM,
Javymoreno