domingo, 20 de noviembre de 2011

Un año de Triatlón

Doce meses después, ya puedo decir que soy todo un veterano del triatlón, este mes hace un año que empece a entrenar en este deporte. Por aquel entonces me parecía exclusivo de máquinas, de super-atletas; yo siempre me he considerado un aficionado a cualquier deporte y deportista de los pies a la cabeza, ¡claro! esto siempre es relativo.

El año pasado entrenaba entre 6 y 10 horas a la semana, descansando 2 ó 3 días y hacía bicicleta y carrera durante todo el año, cuando me acercaba a 10 horas de entrenamiento me parecía estar tocando el Olimpo de los Dioses del deporte, me sentía a mi máximo nivel, dispuesto a competir con aquel que en el llano sobrepasase mi eje delantero de la bici, o incluso en montaña me atrevía a mi manera con algún “subidor”.

Este año 2011, puedo decir que me considero un humilde Triatleta. Porque este deporte aunque lo puede practicar cualquiera que le guste hacer de todo, la mayoría de Triatletas son superhombres/supermujeres que entrenan cada día más y mejor y para los cuales siempre “Hay Que Entrenar Más” (HQEM) “Nunca es Suficiente”.

Hoy en día, estoy totalmente enganchado al triatlón. Esta semana he revisado los entrenamientos de este año, en mi perfecta agenda informática de entrenamientos, mis horas de dedicación y mis kilómetros de bici de carretera, de montaña, y a pie, incluso mis horas y metros de natación. Y puedo decir que si hay mucha mas gente como yo, tendrían futuro las clínicas de desintoxicación deportiva para triatletas. Es posible que en todo un año pueda contar con los dedos de las manos los días que no he hecho deporte. Lo curioso de esto es que valoro mucho más el tiempo que paso con mi familia, mis amigos, o las horas que estoy en el trabajo. He pasado de 6 horas mínimas de entrenamiento a lo que antes era mi máximo de 10 horas y en épocas de carga a superar las 15 horas a la semana, y lo peor es que veo que no es suficiente y siempre quiero hacer más. Si triplico sesiones de entrenamiento en verano, me faltan horas de estiramientos, o abdominales, o gimnasio, si potencio estas sesiones me falta dar caña a otra de las especialidades, y así sucesivamente, llegándote a saltar comidas para entrenar, salidas de amigos para entrenar, etc., es un estrés continuo. He pasado de ser un desastre en atenciones hacia mi persona, a comer algo 5 veces al día, a cuidar un poquito la alimentación, a colgarme del revés todos los días 20 minutos mientras hago mis oraciones (leo la revista Triatlón o escribo mis correos personales), utilizo medias de recuperación tras las competiciones y estiro mientras hablo con mi mujer de que tal nos ha ido el día.

Ahora ya, tras llevar un añazo en esto del triatlón ¡pobre de mi! y toda mi experiencia en otros deportes de años atrás, junto con las caritas que se les queda a mis niños y mi mujer cada vez que digo que “salgo un ratito con la bici” o “voy a correr, vengo ahora mismo”, me hacen amortizar mi tiempo de entreno para hacer absolutamente de todo, dentro y fuera del deporte. Ahora estoy viendo que al que le estoy quitando tiempo es a mi sueño (no a “mis sueños” sino a mis horas de dormir), esto lo tendré que mejorar en este segundo año en el que entramos, aunque creo que la solución más fácil será hacer los días de 30 horas.

El objetivo para este segundo año, será debutar en la larga distancia y cuidarme los tendones y articulaciones, “dando para el pelo” a algunos de mis “rivales” en el equipo, que este año se han aprovechado de mi bajo rendimiento en la carrera a pie, o mi inexperiencia en la natación. Voy a por Ustedes Parquesoles y que sepan que este año he empezado duro.

martes, 26 de julio de 2011

Por Fin soy TRI

Y para hacerme Tri, me tuve que ir hasta la Villa fortificada de Almazán en Soria, al Triatlón en la modalidad Sprint de Abel Antón y a la vez Campeonato de Castilla y León. A esto se le llama debutar a lo grande.
Como nos adentrábamos en un fin de semana de tres días y había que aprovecharlo, el sábado por la mañana cargue los cacharros en el coche, además de la bicicleta y nos dispusimos a disfrutar del largo fin de semana.
La primera parada en el Burgo de Osma, para que mis pequeños cacharros viesen a sus amigos Marcos y Zaquete y sus papis disfrutasen de unas cervecitas y una estupenda comida a la sombra de un gran chopo, continuar viaje hacía Almazán para llegar pronto y poder dar un paseo antes de meternos en la cama.
Al llegar al Hotel se empieza a respirar aire de triatlón, un ligero olor a carbono se deja notar por la amplia recepción del Hotel, individuos depilados montando caras máquinas rodantes, alguna de ellas atada con un cordel a la muñeca para que en un descuido no se fuese al techo y su dueño se pusiese a llorar cual niño en la feria tras perder su globo. Hasta aquí todo muy envidiable. Nos vamos a dar un paseo y de vuelta a cenar al restaurante del Hotel con una cervecita de entrante, fruto de mis concentraciones precompetición con los de Nicolás. Busco con mi mirada al resto de triatletas, pero del resto no se sabe nada. Nos metemos entre pecho y espalda unos magníficos huevos fritos y un buen filete de ternera, y aquí es donde dejo de envidiar al resto de triatletas, “que desgraciada vida la del triatleta que huye de la mundanal cocina mediterránea”, subo a mi habitación y por el largo pasillo del Hotel de cuatro estrellas y no se cuantos tenedores, veo intercambio de “tupers güares” de pasta sin aderezar que apenas desprende ni olor entre varios deportistas. Pero cada uno tiene sus manías.
Ring, ring, ring... ya es de día, 7:30 de la mañana, resto de mi familia dormida, me bajo solo a darme un alegre y copioso desayuno, cojo el coche y me dispongo a estudiar el circuito de bici del año pasado, y aquí puedo dar gracias a Dios por ser el del año pasado. Aparco de nuevo el coche y me doy un fresco paseo matutino, por la zona donde están montando los boxes, a 11ºC, con un forro polar para no llamar la atención. Me acerco al río, meto la mano en el agua y pienso: “Mi neopreno no creo que aguante estas temperaturas”, una pequeña vuelta por el circuito de carrera a pie me sirve para darme cuenta de que voy a disfrutar y que mi tendinitis corriendo por césped no va a salir muy perjudicada. Empiezan a llegar los primeros triatletas y decido ir al hotel de concentración para empezar el ritual de la preparación.
Una vez preparado bajo y allí están luciendo el naranja: Oscar, Jesús, Goyo, Flores, Pilo, Victor y Jose, esperando para retirar los dorsales, además de los animadores habituales vigilando las máquinas. Veo las caras conocidas de los de siempre y las de otras máquinas de las revistas. Nos dan el gorro y el dorsal y como siempre, preparados, listos, YA. Esto tengo que mejorarlo en próximos tris, siempre voy pillado de tiempo y tengo la sensación de que se me olvida algo, colocar la bici, las zapatillas, la cinta del dorsal, el aceite, gafas, me dejo, se me olvida,... cuando me quiero dar cuenta estoy calentando en las frías aguas del río Duero.
Mooock!! Sonó la bocina y podría decir: “¡todos a nadar!” pero en este triatlón todavía no sé si el primer sector era de natación o de carrera, el caso es que entre los palos de la salida, las raíces de la orilla y las zonas en las que pegabas con las manos en el fondo no me concentré en nadar hasta los últimos 200 metros, salgo del agua cuando aún queda por salir el 50% de los participantes y me dirijo más o menos rápido a por el sector de bici preparado en principio para rodadores.
En el resto de los triatlones en su modalidad 2/3 que había hecho no había notado lo que siento ahora al coger la bici, tengo que apretar todo lo posible pero sin deshincharme por que hoy vengo a terminar, tengo que poder correr con soltura y llegar a la meta por delante del mayor número posible de naranjas mecánicas.
Veo cuando me subo en la bici que Pilo está a mi espalda, nos metemos en un grupo de unos 10 integrantes en que tirábamos Pilo y yo. Vamos deprisa pero analizando el circuito, no me gusta trabajar para el resto sino es de mi equipo, así que en uno de los giros me coloco el primero y doy un hachazo para escaparme en principio pensé que con Pilo y un Bombero pero luego vi que tampoco ellos pudieron resistir mi envestida. Me acoplo, pongo ritmo de crucero con bastante cadencia para llevar las piernas oxigenadas y tras dos vueltas totalmente en solitario adelantando ciclistas evitando llevar lastre, observo que en la última vuelta por delante de mi iban: Oscar tirando de un grupo delantero y Goyo en un grupo más cercano, a unos 150 metros al que por poco no daría caza. Por detrás me seguían Pilo en el grupo que dejé, Jesús un poco más atrás en otro grupo, David algo más atrás que acabaría dando caza al grupo de Jesús y Victor y Jose algo más atrás.
Me acerco a boxes, me saco las zapatillas con tiempo para no liarla, salto, corro por el área de transición, dejo la bici, me calzo mis Sauconi y a volar, o eso deseo, porque no voy como me gustaría, hecho de menos no llevar kilómetros en las piernas, pero es mi primer Triatlón entero y debo apretar, a lo lejos veo a Goyo pero no me acerco a él como en la bici sino que se aleja, la primera vuelta me encuentro bien, miró de reojo hacía atrás, ya que Pilo no debe ir muy lejos y no me puede pasar, veo un mono naranja delante y le voy cogiendo, aprieto, puedo quedar segundo de mi club, y cuando casi lo tengo, veo que no es Goyo sino Victor que va en su primera vuelta al circuito, Victor aprieta y solo puedo seguirle, me deja a los pies de la recta de meta y ¡Victoria lo he conseguido! “Por fin soy Tri”.
Busco con la mirada al resto de naranjitos y veo a Oscar campeón en Cadete y Goyo, y detrás muy seguidos entran en Meta Pilo, poco después Jesus y David y algo más tarde Jose y Victor. Somos una piña, lo hemos conseguido, Felicitaciones entre todos, caras de alegría, la mía la más sonriente, ahora soy uno más. A por Valladolid.

Fuerza y Victoria,
Javymoreno

jueves, 5 de mayo de 2011

Fin del Dolor. Y ahora pasito a pasito...

Pues por lo visto se acabo el dolor. Parece que ya no hay rastro de lo que fue la sacroileítis, solo si miro hacia atrás, veo dos meses de surco de gran profundidad y muchos y diversos tratamientos. Prometo escribir  mi Tesis Doctoral sobre la Sacroileítis y que sirva a aquel que aconsejo que no tenga. Pero antes debo recuperarme psicológicamente, aun tengo temblores cuando oigo ese nombre y no puedo jurar si estoy en el buen camino.

Solo un par de consejos para sacroileítis en deportistas en activo:
- Parar antes de que sea demasiado tarde. Este punto es difícil de situar pero es lo primordial.
- Es importante reposar pero no parar. La natación, la abdominales, las lumbares y el gimnasio son siempre buenos y potencian la zona dañada.
- La carrera es de lo peor que hay seguido muy de cerca de la bici, aunque si no esta la inflamación muy avanzada se podría pedalear.
- Los antiinflamatorios mejor intramusculares, aquí entra en juego un buen médico deportivo, de lo contrario te puedes llegar a saltar alguna comida por exceso de farmaco-alimentación y por lo menos un mes perdiendo el tiempo, el dinero y fastidiando el estómago.
- Y si la edad se puede operar y superas los 35, opérate.

Además de todo esto, si yo mismo hubiese seguido mis consejos al pie de la letra, en un plazo digno de tiempo podría estar cerca del ritmo del resto de mi Club de Triatlón. Y ahora pasito a pasito, de brazada a pedalada y de zancada a zancada to the Finisher.

viernes, 25 de marzo de 2011

Natación a costa de entrenar

Pues resulta que no sabía nadar, o peor aún, que no sabía ni flotar.

Es curioso lo sencillo que es todo y el tiempo que la solución está delante de nosotros, solo hay que saber estirar la mano para cogerla. En esta ocasión la persona que me ha enseñado a estirar la mano y el resto del cuerpo, ha sido un experimentado y gran triatleta, que gracias a unos amigos del Club nos ha preparado un seminario intensivo de natación.

No conozco a muchos triatletas, y menos con la experiencia de Jose, gracias a personas como él y a la gente que he conocido este año en el Club estoy valorando mucho más el deporte y en particular este que es mucho más que tres deportes juntos. Mi problema es que para disfrutar del triatlón debía aprender a nadar, a nadar de verdad, es decir, a avanzar y deslizar en lugar de apretar y tirar de brazos y piernas.

Este mes de marzo, después de un sábado de entrenamiento intenso, nos enclaustramos en una piscina desde las 9:30 de la mañana hasta las 8 de la tarde. El director de orquesta fue José Joaquin Acosta Arango.

Lo primero que nos dijo: "vamos a aprender a flotar", no os podeis imaginar lo que cambia la flotación con la posición de la cabeza; si miras hacía adelante, tienes que esforzarte mucho más para flotar que si miras hacia abajo y llevas el cuello relajado, tanto que parece mentira, aunque responde a las leyes de la física. Lo siguiente que aprendimos fue a deslizar colocando los brazos paralelos y en posición de las 4 de la tarde, es decir a 45º, de esta manera se desliza mucho mejor y despues con los brazos bien pegaditos al cuerpo. Lo siguiente fue a llevar el cuerpo a 45º entrando en el agua como los veleros inclinados por el viento, para seguir mejorando la flotación.

Y lo que más me impresionó fue que para avanzar nadando solo hay que desearlo. Se trata de un movimiento natural del cuerpo por el que si deseas avanzar avanzas. Solo tienes que estirar la mano, entrando en el agua a la altura de la cabeza a buscar las 4 de la tarde, de manera aerodinámica y levantando bien los codos, dejas avanzar la mano por el agua con un tirón y aguantas con  pacieeeenciiiiiiaaa, hasta que la otra vuelva sola para colocarla en los bolsillos del pantalón bien pegadita al cuerpo. Si añadimos una patada con la pierna contraria al brazo que entra en el agua, como queriendo saltar más para llegar más lejos, ya nos convertimos en nadadores fuera de serie.

Con este mini curso de natación y practicando algo, lo cual ya estaba haciendo, me puedo convertir en un nadador más ambicioso. Tanto que esta semana he probado y el ahorro energético que tengo de como nadaba antes a como nado ahora, han hecho que ahora pueda entrar en la página web de Challenge-Barcelona que antes me daba alergia causándome mareos y temblores. Quien sabe si me enseña alguien a correr con 90 kg de peso y sin gastar tanta energía, a lo mejor me acabo apuntando a un Iron Man.

Y ya sabeis si quereis mejorar nadando Acosta de entrenar.


HQEM,
Javymoreno

Una retirada a tiempo es una Victoria. Pero la guerra continua.

Nunca acabaré de aprender, cerca de 30 años practicando deporte en competición, 25 de los cuales con algún tipo de entrenador, unos más, otros menos brutos, unos con más conocimientos, otros con más corazón. Y de todos aprendí algo, pero lo que ninguno me enseño es que hay que frenar.
Soy motero de los que entra en circuito de vez en cuando, y con la moto si eres capaz de frenar justo antes de la curva, para una vez que la tumbes puedas empezar a dar gas progresivamente con más o menos tacto, la moto tracciona mejor y sales más rápido. Pues con el cuerpo, hay que hacer lo mismo, ante la presencia de un pequeño amago de lesión (curva), tienes que ser capaz de parar a tiempo (frenar), para que una vez superada la misma (pasada la curva), empieces otra vez a machacarte (acelerar) progresivamente para volver a coger el mismo ritmo o superior.
Pues esto es lo que me ha vuelto a pasar y no aprendo. Esta lesión para mi es totalmente novedosa, a pesar de que el Rugby me enseño unas cuantas y de varios colores, y al dejarlo y seguir haciendo bastante deporte fui conociendo otras. Si me decidiese a estudiar medicina o traumatología tendría amplia experiencia en el tema y me deberían aprobar la parte práctica.
En esta ocasión me empezó a doler en psoas y el tendón de Aquiles, cosa que achaque al entrenamiento excesivo para preparar la Maratón de Sevilla, además había tenido unas semanas duras de trabajo, preparando varios trabajos de oficina en poco tiempo y sentado en mala posición, lo que hacía que además me doliese la espalda y la tuviese cargada. No hay mejor combinación: exceso de trabajo y exceso de entrenamiento, se duerme como un bebe todos los días. Cada día noto que la espalda la tengo peor y el tendón también. Pienso: “dos problemas independientes”, la espalda por trabajo y el tendón por correr. Pues no es así.
Tras ver que cada día voy a peor y que hay días que después de entrenar cojeo, pido cita a un Fisioterapeuta-Osteopata y amigo que ya me ha salvado en más de una ocasión. Y descubro que el cuerpo esta interconectado totalmente, cosa que por otra parte ya sabía. Y que esta vez mi lesión no viene de correr en exceso sino de trabajar, vamos de sentarme mal en el trabajo, vicios de alumno de los años 70. Que mi mala posición en la silla, con la espalda curvada, la pierna cruzada, con las manos lejos del ordenador, hombros adelante, etc., han hecho que junto con la carrera se me inflamen los nervios que pasan por la zona sacroiliaca y se refleje en el tobillo. El dolor real lo tengo localizado en la zona sacroiliaca, zona que no me había dado por tocarme antes y ni siquiera sabía que pudiese afectarme algo de esa parte mi rendimiento.
Como nunca me he fiado de los dolores si no eran muy agudos, en contra del consejo de mi amigo Juan Pablo y como se acercaba el Duatlón Cros de Aranda, decidí participar. Y el caso es que no se me dio del todo mal, como habréis podido leer en “Lo que pudo ser una remontada épica”. El tema fue peor cuando terminado el duatlón y tras enfriarme no era capaz ni de andar.
Cual es el problema, pues el mismo que al principio, pero como llevaba 4 semanas con ligeras molestias y he continuado corriendo, haciendo series y carrera continua, paré un poquito cuando me detectaron la lesión, y continúe poco después. Hoy me han dicho que si continuo la inflamación de tengo esta cerca de convertirse en una Sacroileítis, que no estoy lejos y esto ya es algo más serio. Volvemos a lo de siempre, si alguien no me hecha una bronca no paro ni en bromas.
Ventajas de esta lesión, ninguna excepto conocer otra para mi carrera de medicina. Mientras tanto aprovecharé para meterme carga de bici y de natación, y como sustituto de carrera meteremos la elíptica ya que no golpea la zona dañada. Así que manos a la obra, a todo esto le añado hielo 15 min cada hora por la noche y Tens, junto con un poquito de Ibuprofeno, remover no agitar, 10 días y espero estar listo para volver a dar toda la guerra posible y con más fuerza al resto de integrantes de mi Club.
Victoria y Honor,
Javymoreno

jueves, 24 de marzo de 2011

LO QUE PUDO SER UNA REMONTADA ÉPICA. Duatlón Cros Villa de Aranda – Virgen de las Viñas.

Por fin me estrené en el Duatlón cros, aunque este año va a ser de estrenos continuos, puesto que en el triatlón hay mil especialidades. Para ser el primer duatlón cros que hago, me lo pasé bien, fue duro por el tipo de terreno sobre el que se diseñaron los circuitos, pero divertido, a pesar de haber corrido semi-lesionado.
La salida fue rápida y tras unas escaleras y una leve rampa se catapultaba al pelotón en una bajada excesivamente rápida, para pasar a unas idas y venidas por un bonito Parque, tocando zonas de grava, de baldosa y de hierba.
Empezaba la carrera y el marcador ya estaba 6 – 0, era el último de C.D. Triatlón Parquesol. La música de fondo no animaba mucho era más bien lenta y con estrofas en latín, en principio relajante y premonitoria de la masacre que nos acechaba.
La primera vuelta al circuito a pie hicieron meya en mi lesión y me plantee abandonar la carrera, pero como podía seguir corriendo y aún no había aprendido a retirarme, fuimos poco a poco mentalizándonos de que había que ir tranquilo y disfrutando. Fui entrando en calor y deje de sufrir por el dolor del tendón de Aquiles para pasar a preocuparme de mantener el ritmo, a mantener las piernas enteras tras subir escaleras, rampas, etc. A los 3 km de carrera metía el primer gol 5 – 1, Morchón había salido demasiado fuerte a ritmo de los de Nicolas y estaba pagando el esfuerzo, más tarde se recuperaría para terminar mejor.
Me acercaba a la primera transición, el “pequeño” campeón del Club nos animaba en todas las partes del circuito, le veía en 9 ó 10 partes del mismo; habría que plantear a la Federación que a los animadores cadetes les limitasen la movilidad y no puedan hacer más de 15 km. Estaba perdiendo mi referencia “¿he pasado ya por aquí antes?”, “pero si he tardado en llegar aquí 3 minutos cogiendo el atajo ¿por dónde ha venido él?”. Ahí estaba el campo de futbol, no tenía a nadie del equipo a la vista, quedarían un tercio de las bicis, y pensé: “tengo que recuperar algo de tiempo”.
¡Qué risa! tengo que recuperar algo de tiempo. Hoy pienso que lo que hice fue no perder mucho tiempo comparado con el resto y eso que tuve echar el pie a tierra cuatro veces, 2 para no atropellar a corredores que caían delante de mí y otras dos por hacer el bruto con el cambio, en total 1 minuto aproximadamente. Cuando salí del campo de futbol y tras enfilar una recta sobre la que creí volar cual Cancelara en la Paris Roubaix, adelantando gente en curvas, en rectas, en subidas, en bajadas, y tras creer que cogería a todos los de mi equipo, mis pensamientos se hundieron en una especie de arenas movedizas, se iba cayendo todo el mundo, no había por donde llevar la rueda sin hundirla 20 cm en la arena.
Entonces veo un Naranja, y de repente se hunde en la arena, 4 – 2, “lo siento Flores, eso no se le hace a un amigo“, se cayó delante de mí y me falto pisarle la cabeza para hundirle más en la arena. Cuando por fin consigo salir levanto la cabeza y veo algún mono naranja de mi equipo, están a 100 metros de mí, pero …,  pero en vertical, con tanta gente delante, unos más y otros menos rápidos subiendo en fila de a uno, me va a ser imposible adelantar a nadie. Así que me salgo a una zona más escabrosa pero menos transitada, ¡que paliza Dios mío! Consigo llegar arriba y me lanzo cuesta abajo en una rápida bajada adelantando más gente gracias a la bici con doble amortiguación, que aconsejo para este tipo de Duatlones.
Empezamos a llanear en un falso llano que picaba hacía arriba y me junto con otro tiburón de la grava que me plantea batalla, a lo lejos veo la posibilidad del 3 – 3, “hay que apretar, el partido hay que ganarlo”. Al terminar el falso llano comienza una subida entre arbolitos en zig-zag y con más arenas movedizas, ¡qué bonito!, lo único que se oía de los pocos que decían algo: “¿quién habrá sido el capu… que ha diseñado esto?”, veo a Goyo subiendo a buen ritmo con un corredor delante de él que le entorpece, es mi oportunidad, me cojo a la rueda buena del animalito que venía junto a mí y hacía arriba con fuerza, consumado el 3 – 3, otra bajada, otra subida, más arena, y otra poca más. Si ya lo dijo el speaker antes de empezar la prueba: “yo no he diseñado el circuito, por si acaso a alguien no os gusta, pero no hay un tramo llano, o se sube o se baja”.
Cuando pensé que iba bien de fuerza y que no quedaría mucho, veo que me vuelven a mandar hacía las arenas movedizas, “no puede ser, hay que dar otra vuelta, pero si habré hecho ya 30 km en este circuito”. Pues si, así fue, otra vez a las arenas, otra vez pie a tierra para esquivar a gente y otra vez hacía adelante, consigo salir vuelvo a levantar la cabeza y otra vez monos naranjas, pero esta vez al acecho, ¡oh qué pena! Se me sale la cadena otra vez, pero rápidamente la vuelvo a meter y continúo.
Aprieto, aprieto más, llaneo, llaneo más y en la subida veo a Jesús y a Javi no muy rápido, “puedo hacer dos goles de un solo tiro”, sería el 1 – 5, no puedo perder la oportunidad y ahí voy, en la subida con arena a media rueda adelanto, pero a Javi se le debe enganchar alguna goma de pelo a mi bici y llevo el 2 – 4 pegadito al culo, aceleramos el ritmo y el pelotón de naranjas se agrupa y acelera, vamos como motos. Levanto la cabeza y no me lo creo, Emilio va delante de mí el 0 – 6 está en mi misma bajada, tengo que bajar otro piñón y con todo metido vamos a por él, “¡qué pena que hoy tengamos que acabar corriendo!”
Ya pensaba en la Victoria, que iluso, en este equipo no te puedes despistar ni un segundo. Me mandan girar a la izquierda para ir hacia la segunda transición, cuando veo que hay un pequeño repecho y llevo todo metido, cambio a lo bruto para no perder ritmo y lógicamente se sale la cadena. De repente 1 – 5, 2 – 4 y 3 – 3, vuelvo a meter la cadena y a tope a coger a Jesús, me quedó unos segundos detrás de él para respirar y le paso (2 – 3), esto es la guerra. Llego a la transición dejo la bici, el casco, cambio zapatillas, miro hacía adelante y Jesús a 30 metros por delante de mí, 3 – 3 otra vez, que mal pinta esto, tengo al tiburón del equipo a pie y delante. Las sensaciones que tengo son buenas, no me duele el tendón mucho, pero voy justito de todo. Una vuelta al circuito de subidas, bajadas y escaleras, me hacen pensar en parar en la Virgen de las Viñas para pedirla que no me hagan dar más vueltas y que la meta esté cerca. Miro hacia delante y me pongo como referencia a Jesús para no perder mucho tiempo. Ya cerca de meta, en una de las vueltas veo a Javi que lleva la cabeza de Naranjas Mecánicas, seguido de Emilio y Jesús que le va comiendo terreno. Les tengo a unos 100 m, distancia suficiente para que el empate sea el resultado definitivo.
Final del partido 3 – 3, cuarto del equipo. Final de carrera 1:35:25, puesto 43. Estoy contento, lo he pasado bien corriendo, he superado la prueba de mi lesión, aunque ahora toca seguir cuidándose porque no he mejorado de la lesión y seguir entrenando fuerte porque corriendo soy cada vez más lento (HQEM). Un poco detrás llegan Goyo, David Flores y Oscar Morchón. No penséis por lo que habéis leído que estemos en guerra en el equipo, pero como no nos pegamos en la cabeza para ganar, mantenemos este duelo entre nosotros para estar más cerca de la Victoria y seguir creciendo como Triatletas.
Además de todo esto, en el Duatlón de promoción hay que destacar la Victoria absoluta del “peque” Oscar de Nicolás, al que no dejaban participar en él de federados por su categoría Cadete, o porque no hiciese daño al resto, pero eso es otra historia que nos debería contar él, si es que puede ya que cuando desde el principio llevas la cabeza de la prueba no se ve mucho de la misma.
HQEM,
Javymoreno.

Bienvenida a todos,

Este es un Blog para aficionados al Deporte, mi único objetivo es compartir mis experiencias deportivas en el año intenso que se presenta en lo deportivo, aunque difícil en lo profesional.
Este año me enfrento al reto del Triatlón. Ya tenía ganas de probar este deporte que engloba otros de los que ya he disfrutado por separado.
Aprovecharemos para disfrutar de comentarios de otros Blog, amortizaré mi faceta periodística con historias de competiciones o entrenamientos e intercambiaremos información.
Hasta pronto,
Javymoreno