viernes, 25 de marzo de 2011

Natación a costa de entrenar

Pues resulta que no sabía nadar, o peor aún, que no sabía ni flotar.

Es curioso lo sencillo que es todo y el tiempo que la solución está delante de nosotros, solo hay que saber estirar la mano para cogerla. En esta ocasión la persona que me ha enseñado a estirar la mano y el resto del cuerpo, ha sido un experimentado y gran triatleta, que gracias a unos amigos del Club nos ha preparado un seminario intensivo de natación.

No conozco a muchos triatletas, y menos con la experiencia de Jose, gracias a personas como él y a la gente que he conocido este año en el Club estoy valorando mucho más el deporte y en particular este que es mucho más que tres deportes juntos. Mi problema es que para disfrutar del triatlón debía aprender a nadar, a nadar de verdad, es decir, a avanzar y deslizar en lugar de apretar y tirar de brazos y piernas.

Este mes de marzo, después de un sábado de entrenamiento intenso, nos enclaustramos en una piscina desde las 9:30 de la mañana hasta las 8 de la tarde. El director de orquesta fue José Joaquin Acosta Arango.

Lo primero que nos dijo: "vamos a aprender a flotar", no os podeis imaginar lo que cambia la flotación con la posición de la cabeza; si miras hacía adelante, tienes que esforzarte mucho más para flotar que si miras hacia abajo y llevas el cuello relajado, tanto que parece mentira, aunque responde a las leyes de la física. Lo siguiente que aprendimos fue a deslizar colocando los brazos paralelos y en posición de las 4 de la tarde, es decir a 45º, de esta manera se desliza mucho mejor y despues con los brazos bien pegaditos al cuerpo. Lo siguiente fue a llevar el cuerpo a 45º entrando en el agua como los veleros inclinados por el viento, para seguir mejorando la flotación.

Y lo que más me impresionó fue que para avanzar nadando solo hay que desearlo. Se trata de un movimiento natural del cuerpo por el que si deseas avanzar avanzas. Solo tienes que estirar la mano, entrando en el agua a la altura de la cabeza a buscar las 4 de la tarde, de manera aerodinámica y levantando bien los codos, dejas avanzar la mano por el agua con un tirón y aguantas con  pacieeeenciiiiiiaaa, hasta que la otra vuelva sola para colocarla en los bolsillos del pantalón bien pegadita al cuerpo. Si añadimos una patada con la pierna contraria al brazo que entra en el agua, como queriendo saltar más para llegar más lejos, ya nos convertimos en nadadores fuera de serie.

Con este mini curso de natación y practicando algo, lo cual ya estaba haciendo, me puedo convertir en un nadador más ambicioso. Tanto que esta semana he probado y el ahorro energético que tengo de como nadaba antes a como nado ahora, han hecho que ahora pueda entrar en la página web de Challenge-Barcelona que antes me daba alergia causándome mareos y temblores. Quien sabe si me enseña alguien a correr con 90 kg de peso y sin gastar tanta energía, a lo mejor me acabo apuntando a un Iron Man.

Y ya sabeis si quereis mejorar nadando Acosta de entrenar.


HQEM,
Javymoreno

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